La mejor manera de Manejar una Crisis de Imagen, es evitándola con un buen trabajo de prevención de crisis
Una Crisis se constituye ante la existencia de cualquier evento que amenaza la imagen y reputación de una institución, compañía, persona o político y que tiene el potencial de generar publicidad negativa y de tomar un tiempo extraordinario por parte del equipo directivo para hacer el control de daños e intentar repararlos.
El Manejo de Crisis se trabaja a nivel Coach / Coachee (o sea el entrenador y el ejecutivo), ya sea este, político, empresario o profesional independiente. Las crisis no se cortan, no desaparecen, es como una ola extraordinaria que se está dirigiendo contra el cliente y solo se puede cabalgar la ola, protegiéndose para que no se estrelle contra las rocas o que reviente justo encima de él cuando ésta llegue a la playa y se extinga por sí sola. El mejor aliado de las crisis es el pánico.
La ola va a producir daños de todas maneras, es verdad, cualquiera que garantice que una crisis desatada ya, no va a producir daños, está engañando a su cliente.
El secreto en el manejo de una crisis desatada ya, está en el adecuado control de daños y en saber cabalgarla con las menores consecuencias, vale decir con un manejo estratégico de la información y las comunicaciones ante situaciones que puedan amenazar la reputación de una institución y/o lesionar sus atributos.
Es de vital importancia comprender que ante una situación de conflicto, donde una campaña negativa en los medios de comunicación pudiera afectar la reputación de una institución y sus marcas, lo correcto no es dejarse llevar por el pánico sino trazar objetivos muy claros y perseguirlos. En pocas palabras, en una situación de crisis hay que ser más estratégico y menos emocional. De ahí la importancia de manejar una crisis a través de un Coach, ya que sucede a menudo que los ejecutivos de una empresa víctima de un escándalo o ataque mediático reaccionan en lugar de responder a los estímulos violentos que suelen venir acompañados de la publicidad negativa y reaccionar en lugar de responder no abonan en nada en la creación de percepciones a nivel del debate en la opinión pública.